El envejecimiento progresivo de la sociedad occidental nos abocará a tener que trabajar durante más tiempo antes de poder jubilarnos. Por tanto, es importante que lleguemos a esta etapa de la mejor forma posible. Te facilitamos las claves para contribuir a ello.
Esta situación supone un reto desde el punto de vista de la gestión de riesgos laborales en las empresas. La calidad del empleo y una correcta prevención de riesgos laborales a lo largo de la vida laboral harán que los trabajadores lleguen a edades superiores a los 55 años en unas condiciones adecuadas. Tener personas mayores en la plantilla no tiene porque significar una pérdida de productividad ni un mayor coste para la organización. Incluir el envejecimiento en la planificación y gestión de recursos humanos es una necesidad para las empresas si quieren seguir siendo competitivas y sostenibles.
El Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo se centrará en abordar cómo gestionar y prevenir los riesgos laborales adaptando el trabajo a la persona en cualquier etapa de su vida laboral, desde el inicio hasta su finalización. Esto supone un enfoque distinto del que se ha venido aplicando hasta el momento, a pesar de que la Ley de Prevención de Riesgos laborales publicada en 1995 ya menciona la obligatoriedad de adaptar el trabajo a la persona. Entender la importancia de esto es fundamental para que los trabajadores acaben su vida laboral sin problemas de salud y no se vean obligados a cesar su actividad antes de la edad de jubilación o sean excluidas del mercado laboral.
Todos formamos parte de una cadena conocida como el ciclo de la vida, y la destrucción de cualquier especie genera grandes estragos en la naturaleza.